A lo largo de este artículo se pretende dar una idea al lector tanto de la simbología y el significado del cero. Ambas van de la mano y poseen en función de las diferentes culturas una idea tal vez parecida pero que difiere en algunos aspectos. Para algunos puede dar lecturas relacionadas con el infinito, lo todopoderoso; para otros puede significar perfección, la imagen de la eternidad a través de una línea que nunca termina por desconocerse el principio y el fin si observamos su representación.
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¿Un número nuevo?
Al principio estaba el Cero. Bueno, en realidad esto es cierto si lo interpretamos desde el punto de vista de la simbología, pues como número en sí no es excesivamente antiguo. Hasta finales de la edad media era desconocido en occidente. Este curioso signo que refleja la nada procede de la India, y apareció por primera vez en Europa hace mil años, donde fue aceptado al principio con recelo, críticas y de forma casi forzada.
Procede del vocablo latino nulla figura, lo cual le brinda el siguiente significado al cero «ningún signo». No se quería aceptar este símbolo que expresaba la «nada», e incluso había algunas opiniones dentro de la Iglesia que pretendían prohibirlo del todo. Sin embargo, finalmente se mantuvo por razones prácticas, ya que gracias a él ciertos cálculos resultaban más sencillos. Aunque el número cero es en realidad relativamente nuevo, su símbolo, que es el círculo, es considerado como uno de los más antiguos de la humanidad.
El significado del cero para los mayas
Los mayas descubrieron el concepto del cero y su empleo al menos mil años antes de que nada parecido fuese conocido y empleado en Europa. Se lo representaba mediante una concha o un caracol. Sabido es que el caracol es propiamente un símbolo de regeneración periódica.
En la mitología del Popol-Vuh el cero tiene un significado especial; corresponde al momento del sacrificio del dios héroe del maíz por inmersión en el rio, antes de que resucite para subir al cielo y convertirse en el sol. En el proceso de germinación del maíz. Este momento es el de la desintegración de la semilla en la tierra. Antes de que la vida se manifieste de nuevo, haciendo aparecer el pequeño tallo del naciente maíz.
Puede decirse pues que el gran mito de la regeneración cíclica está resumido en este simbolismo del cero dado por los mayas. Adicionalmente, por el simbolismo uterino de la concha, está igualmente en relación con la vida fetal. En la glíptica maya, el cero se representa mediante la espiral, lo infinito abierto por lo infinito cerrado.
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El estado primitivo de las cosas
El círculo, al igual que otras figuras geométricas como la cruz, el cuadrado, el triángulo y el hexagrama (estrella de seis puntas), es un símbolo conocido por la humanidad desde hace ya muchos siglos. El significado del cero es la unidad primitiva, el todo conocido previamente, el todopoderoso. ¿Por qué esta afirmación? Al observar la historia siempre que los mitos tratan de describir el inicio de los tiempos utilizan las mismas imágenes: algo redondo, la cueva, el regazo, el huevo, el círculo. El estado primitivo inicial, ese potencial en el que aún no hay nada definido, pero que está preparado para convertirse en algo, está simbolizado por un círculo.
Suele pensarse que para que las posibilidades que encierra dicho círculo puedan emerger, éste debe abrirse. Por esta razón, en los mitos sobre la creación se habla de divisiones y separaciones que tuvieron lugar al principio de los tiempos. De esta manera Dios separó la luz de las tinieblas, el cielo de la tierra y las aguas superiores de las inferiores.
El estado inicial del universo fue descrito también como un caos, pues las opciones potenciales se encontraban totalmente desestructuradas, indiferenciadas y mezcladas. Los judeocristianos coinciden al describir la creación del mundo como un caos inicial que recibe el nombre hebreo Tohuwabohu, y que se menciona al principio de la Biblia en el siguiente pasaje: En el principio creó Dios la tierra y el cielo. La tierra era árida y estaba vacía.
El significado del cero desde la perspectiva Griega
Una descripción realmente bella sobre la creación de la tierra, que además contiene todos estos elementos que hemos mencionado y que debe ser muy antigua, es aquella que habla de una creadora, una diosa. Procede de los pelasgos. Estos vivían en la Grecia actual, en Tesalia, mucho antes de que fuera poblada por los helenos. Esta diosa creadora surgió desnuda del caos, y como no había nada sobre lo que pudiera posarse, separó el cielo de las aguas y comenzó a bailar. Bailaba sobre una ola que estaba orientada hacia el sur.
Mientras danzaba, sentía el viento del norte que ella misma había originado con su movimiento y se soplaba por detrás de ella. Agarró el viento con sus manos y lo convirtió en una serpiente, que recibiría el nombre de Ofión, alrededor de la cual bailaba cada vez con más desenfreno, hasta que la sedujo y consiguió que esta la poseyera.
De esta manera fue como la diosa comenzó a engendrar el huevo del mundo. Cuando este salió, ella ordena a la serpiente que lo rodeara dando siete vueltas con el fin de incubarlo. Llegado el momento, el huevo eclosionó, la mitad superior se desplazó hacia arriba, creando dos esferas: entonces el cielo y los firmamentos, y la mitad inferior daría origen a la tierra y al infierno. Ofión es desde entonces la serpiente horizontal que hasta nuestros días rodea el globo terráqueo.
El cero y la alquimia
Existe algo bastante interesante que se relaciona también con el significado del cero; es su relación con la postura de ciertos animales, en este sentido, la serpiente que se muerde la cola y que forma un círculo recibe el nombre de Uróboros (en griego significa mordiéndose la cola). Se considera, junto al dragón y a otros animales que también se muerden la cola, como el símbolo más primitivo de la humanidad, y en la alquimia simboliza la materia prima, el material primitivo a partir del cual se creó todo lo demás.
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Un símbolo de perfección, unión y eternidad
Ahora bien, podemos ver el cero como símbolo de la perfección, de la totalidad y de la eternidad. Este número aparece reflejado en el círculo, en la alianza matrimonial que representa la unión eterna con nuestra pareja y la unión con la eternidad. También viene simbolizado por la corona siempre verde, que en forma de corona de adviento nos recuerda el final de cada año y que el tiempo nunca se acaba, sino que después de la noche más larga, la duración de los días va aumentando, pues la rueda del tiempo se mueve eternamente. Algo parecido viene a simbolizar la corona de flores que depositamos sobre una tumba. En la unión con los que ya han muerto, este número nos indica que la vida y la muerte. La vida real y el más allá, conforman un todo.
El significado del cero para Carl Jung, la astrología y el tarot
La psicología profunda de Jung reconoce en el círculo el símbolo de lo desconocido, del «caos» creativo en el que todas nuestras posibilidades y predisposiciones genéticas se encuentran indiferenciadas y sin esbozar, con el fin de ser trasladadas a nuestra conciencia, donde deberán ser desarrolladas.
En la astrología, este símbolo está representado por el círculo animal, que rodea al horóscopo y que abarca todas nuestras posibilidades y nuestro potencial. En las cartas del Tarot, el círculo y el cero aparecen representados en la carta del Loco que pretende demostrar que siempre que se empieza de cero se nos abren nuevos caminos y oportunidades.
El cero en las matemáticas y la operación imposible
Desde el punto de vista matemático, el cero es un fenómeno interesante. Está presente en muchos números sin siquiera pronunciarlo. Un millón (1.000.000) consta de seis ceros que no se nombran. A pesar de que no vale nada, puede hacer crecer considerablemente una cifra. Al Uno lo convierte en 10, razón por la cual se dice irónicamente que un cero puede multiplicar los problemas por 10. Por otro lado, también puede ser destructor, pues todo lo que se multiplica por dicho número se convierte en nada (99 x 0 = 0).
Aunque también puede hacer resaltar lo inaccesible, convirtiéndose entonces en un Koan. Si dividimos un número por cero, surge entonces un gran problema, debido a la inexistencia de esta operación en matemáticas. No está definida y al ser una ciencia exacta, en consecuencia trae el caos. Sin embargo, se suele decir que el resultado es infinito. Algo que en realidad puede interpretarse si pensamos en dividir cualquier número por otro extraordinariamente pequeño. Si hacen el ejercicio verán que el resultado de la división será cada vez más grande según sea el denominador o divisor más cercano a cero, de allí la idea del infinito. Los programadores temen este fenómeno, pues con esta operación matemática podemos sumir al ordenador en un tremendo problema. Seguramente procede de este gremio la siguiente afirmación: el universo se creó cuando Dios dividió por cero.
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Un dato curioso…
En Egipto no hay ningún hieroglifo que le corresponda. El cero no se designa por ningún signo; aunque algunos escribas calculadores tuvieran la ocurrencia de emplear un espacio vacío en el lugar donde convenía señalar una potencia de diez. La intuición era simbólicamente correcta: el cero es el intervalo de la generación, y al igual que el huevo cósmico, simboliza todas las potencialidades. Simboliza también el objeto que, sin valor en sí mismo, sino únicamente por su posición, confiere valor a otros, multiplicando por diez los números situados a su izquierda. Coincide así con la significación iniciática del Loco del Tarot, única lámina de los arcanos mayores que no lleva número.
En otras palabras, el círculo, el cero o la línea que no termina seguirá siendo uno de los símbolos que podrá poseer tanto significado a nivel numerológico, cultural y espiritual. Todo depende de a quien se le pregunte. Lo que si es más visible es su interpretación como símbolo que conforma como un todo la vida o muerte. Esto ya que puede ofrecer nuevos comienzos desde lo más primitivo o generar el caos en las ciencias desarrolladas por el hombre.
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