Baño para la Abundancia

Acá te comparto todo lo que necesitas saber para realizarte un Baño para la Abundancia. Sé que luego de él, podrás notar los cambios…

¿Qué necesitas para el Baño?

• Un balde mediano con agua limpia.
• 3 puñados de arroz (que los granos estén enteros preferiblemente).
• Una cucharada mediana de miel.
• Una vela blanca.

De la Oración para el Baño de la Abundancia

Una vez que tengas todos los materiales dispuestos en el lugar donde vas a preparar el baño, inicia el ritual haciendo una oración de apertura. Si no tienes una oración personal para empezar tus rituales puedes iniciar diciendo:

Padre nuestro que estás en el cielo santificado sea tu nombre,
(También lo puedes reemplazar con cualquier otra frase en la que saludes y glorifiques el gran poder creador que dio inicio a todas las cosas).
Venga a nosotros tu reino,
Aquí puedes simplemente llamar a tu ángel de la guarda o solicitar la asistencia de seres espirituales elevados. En este punto ya puedes encender la vela con la que vas a acompañar tu ritual.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
(en este espacio puede expresar a la divinidad tu deseo de vivir en armonía para ser instrumento de su obra)
Perdona nuestras ofensas y enséñanos a perdonar,
(Solicita a Dios y sus servidores que te ayuden a corregir los errores cometidos en el pasado y te inspiren para ayudar a otros a hacer los lo mismo)
Danos hoy nuestro pan de cada día,
(solicita alimento y recursos materiales para sostener tu cuerpo, tu familia, tu casa y tus empresas, pero pide también alimento y recursos espirituales para fortalecer tu espíritu y tu conciencia)
No nos dejes caer en tentación,
(Afirma lo siguiente: “El poder de los cielos me sostiene y en él me refugio para resistir a lo que sé que no es bueno”).
Líbranos del mal.
(Pide que te libren de enfermedad, pobreza, muerte temprana, ignorancia, pereza y de cualquier negatividad que pueda impedir que cumplas con tu misión en esta tierra)
Amén
(Cierra con un: “Así sea”)

Instrucciones

Luego de tu oración de apertura, deposita los tres puños de arroz en el balde. Hazlo con calma, toma cada puño con tu mano dominante y llevalos al fondo del agua. Cuando ya estén los tres, introduce tus manos y frota el arroz con suavidad como si lo estuvieras lavando. Hazlo con calma, con mimo. Observa como el arroz va liberando parte de su sustancia. Mientras esto pasa empieza a invocar las virtudes o cualidades místicas asociadas al arroz pidiendo que estas te sean transferidas a través del baño.

Vas a llamar:

• Abundancia.
• Paz y serenidad.
• Progreso.
• Sustento.
• Crecimiento.

Sigue lavando el arroz y comienza a pedir:

• Que tu astral sea tan blanco y limpio como el arroz.
• Que tu paciencia sea la del arroz.
• Que los aliados (espirituales o materiales) siempre abunden como el arroz.
• Que tus oportunidades proliferen como el arroz.
• Que tu dinero crezca como el arroz.
• Que tus clientes abunden como el arroz (si tienes negocio).
• Que tus productos se vendan como el arroz.

Estas peticiones son solo ejemplos. Puedes pedir lo que necesites siempre que se corresponda con las cualidades físicas y/o espirituales del arroz. Unas de ellas son:

• Pureza: porque es de color blanco.
• Paciencia: porque una buena cosecha de arroz requiere tiempo y dedicación. Igual sucede con una buena preparación del mismo.
• Progreso, crecimiento o expansión: tanto si lo siembras como si lo cocinas (correctamente) el arroz siempre se multiplicará.

Ten presente que aquí no estás pidiendo una cantidad específica de dinero o de clientes, sólo estás invocando la abundancia y las condiciones propicias para ello.

Cuando termines de pedir, tomas la cucharada de miel, la levantas por encima del balde y dejas caer su contenido en el agua de modo que hagas un hilo de miel. con ese hilo vas a hacer un número 8. Haz tantos 8 como puedas con la cantidad de miel que tengas en la cuchara.

¿Por qué el 8? Bueno, el 8 al igual que el arroz está relacionado con el dinero y solidez material que se obtiene con paciencia, dedicación y esfuerzo.

Mientras dejas caer la miel creando la figura del número 8 vas a llamar a las virtudes asociadas a la miel que hacen de la labor que produce solidez material algo más agradable.

Vas a llamar:

• Resplandor.
• Alegría.
• Fertilidad.

Mientras haces el ocho de miel vas a pedir:

• Que mi labor me haga ganar reconocimiento.
• Que mis dones brillen embelleciendo todo lo que hago.
• Que mi labor me sea sinónimo de alegría.
• Que el fruto de mi labor me permita disfrutar de los frutos de la tierra y del cielo.

Si se te acaba la miel pero quieres seguir pidiendo, puedes hacerlo pero no le pongas más miel al agua. Introduce tus manos nuevamente en el agua y continúa lavando el arroz con suavidad. Esta vez tómate el tiempo necesario para asegurarte de que la miel se ha diluido en el agua.

Cuando sientas que ya está listo, cierra tu petición con un: “Que así sea”. También puedes decir solo “amén”.

Después de eso te darás el baño mientras la vela se termina de consumir.

Antes de bañarte separa el arroz del agua. Puedes ayudarte con otro balde y un colador. Coloca el arroz que sacaste alrededor de la vela que tienes encendida.

Este baño será lo primero que te echarás cuando empieces a ducharte. Mientras lo hace no pidas nada, solo invoca las bondades o virtudes que llamaste anteriormente:

• Abundancia.
• Paz y serenidad.
• Progreso.
• Sustento.
• Crecimiento.
• Paciencia.
• Resplandor.
• Alegría.
• Fertilidad.

Cuando te termines de echar del baño, espera unos minutos a que eso se asiente en tu cuerpo físico y astral. Mientras pasa el tiempo, decreta desde tu corazón: “Estas bondades están ahora en mi vida, dentro de mí y a mi alrededor”. Termina el baño dando gracias y luego báñate de forma común.

Luego del Baño para la Abundancia

Saliendo del baño vistiendo de colores claros. Mejor si te puedes vestir de blanco o colores característicos del cultivo de arroz. Evita los colores asociados con la muerte, la pérdida de energía, lo podrido o desechado (negro, morado oscuro, rojo o marrón oscuro).

Si después del baño todavía queda vela, apágala dando gracias y desecha lo que quedó junto con el arroz.

Listo.

Este ritual puedes hacerlo una vez al mes o cada vez que estés por iniciar algo.

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